El gobernador Samuel García se encamina a su cuarto informe con un repunte en su aprobación que alcanza el 80% según informó Grupo Reforma, cuyas encuestas son las más influyentes en la clase política estatal.
En el entorno del gobernador observan este buen momento y deslizan que todavía falta el impulso del Mundial el año que viene, especialmente si Monterrey lograra ser sede de un partido que incluya a una potencia futbolística. LPO ya reveló el cabildeo empresarial en esa dirección.
En Palacio de Cantera creen que el tablero se acomoda cada vez más para dar la pelea sucesoria. Los argumentos son, esencialmente, tres: la aceptación del gobernador en las encuestas, el hecho de que sea una elección de tercios y una lectura muy acida de la situación en los campamentos rivales, tanto Morena como el Frente PRI-PAN.
Retener Nuevo León además es la carta elemental para que luego Samuel reclame la conducción nacional de MC, un desafío no menor, porque el propio Enrique Alfaro, a pesar de retener Jalisco, tuvo que alejarse de la vida pública. En la apuesta de máxima figura dirigir el partido naranja, construir la candidatura presidencial del 2030 y, de paso, coordinar a los diputados federales.
Los ajustes en el staff ya están en marcha y tomarían celeridad después del informe del 9 de noviembre, donde se habla de cambios en la Tesorería y en Desarrollo Social. Por otra parte, Miguel Flores quedaría a cargo del Ejecutivo para que Samuel pueda optar por una nominación plurinominal.
En este escenario de planificación y certezas solo queda el enigma de la candidatura a gobernador de MC. De momento el suspenso permanece y el foco está puesto más en desactivar cualquier opción para el senador Luis Donaldo Colosio, incluso si esto incluyera alguna gestión necesaria en Sonora, donde esta semana apareció una encuesta que mostró al exalcalde con buena intención de voto.
Es interesante la lectura que se hace en el entorno del gobernador sobre cuál será el país del 2027. Allí anticipan una realidad económica donde ya la recesión será palpable y un escenario político donde Claudia Sheinbaum se encuentre cada vez más acorralada entre los grupos del oficialismo y las pesquisas de Estados Unidos referidas al narcotráfico y la política.
La idea central: que la contienda del 2027 va a ser de castigo al oficialismo, igual que sucedió en el 2021. Y otro detalle: desde una cámara empresarial se acercó una encuesta que dice que la presidenta ya tiene una aprobación más terrenal, más cerca del 60% que del 70%. A finales del año que viene Morena la competencia contra la 4T ya podría arrojar ribetes de mayor suspenso.